"Hay que apretarse el cinturón, para salir de la crisis entre todos". Bueno, pues esto es mentira, o lo que es peor, ofensa.
Cuando el menor de los males es que una empresa niegue las extras a sus trabajadores (las dos extras son por ley, son 14 pagas al año y obligatorias para todo trabajador asalariado), o que rebaje el sueldo a sus explotados (que empleados ya no quedan), va el PP, el mismo partido que nos sangra en recortes en educación y sanidad "porque no queda más remedio" y decide no tocar la asignación a la Casa Real.
Sangra. Duele. Indigna que no se toque la asignación de dinero público a instituciones tan rancias, del Antiguo Régimen, como una monarquía. O que se perdonen los impuestos a la Iglesia.
Estoy dolida. No me pueden pedir esfuerzos, que echen a familiares y conocidos a la calle sin indemnización, que los pocos que disfrutamos de un trabajo (todavía) no cobremos ni en tiempo ni en forma. Que todos nos quedemos sin sanidad pública ni el derecho a una educación digna. Y, por encima, que nos digan que es "porque no queda más remedio", cuando, efectivamente, sí hay más acciones.
Espero que no me detengan por estas manifestaciones. Porque como el derecho de libertad expresión entra en conflicto con la inviolabilidad de la figura monárquica...
Por Telma.
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