Por fin algo de cordura. Llega desde Galicia, donde su Fiscalía Superior ha iniciado una de las primeras demandas colectivas en acción de la Justicia contra una entidad bancaria por el timo de las participaciones preferentes.
Lo hará contra Novagalicia Banco (que comercializa EVO en el resto de España) y en nombre de los miles de afectados que, confiando muchas veces en el empleado de banca al que conocían durante años, firmaron una inversión de alta rentabilidad sin conocer los riesgos que corrían sus ahorros, entre ellos, el no poder recuperar la inversión.
No se habían leído la letra pequeña, pero la Fiscalía intentará probar que el banco, como ocurre con otros muchos en España, no realizó los test de conveniencia de productos financieros obligados ni explicó al cliente todo lo que necesitaba saber sobre lo que iba a hacer.
Durante los últimos meses asistimos al bochornoso espectáculo del gobierno gallego intentando convencer a los afectados (jubilados, pensionistas o curritos) de que optaran por la vía del arbitraje y no por la vía de la Justicia. El arbitraje "es gratis", venden los políticos. No dicen que el proceso implica un acuerdo entre las partes (clientes y bancos) y no la nulidad en base a derecho que pedirá ahora, por fin, la Fiscalía. Como cabe pedir.
Políticos y banqueros dicen, a media voz, que no es el momento de devolver este dinero, porque el banco, al 90% intervenido por el Estado, necesita recapitalizarse para poder encontrar un accionista privado que se haga cargo de su futuro inmediato. Si el banco quiebra, la Comunidad Autónoma quiebra.
Eso sí, hasta esta decisión de la Fiscalía, nadie había intentado comprender que los pequeños ahorradores que demandan su dinero, también las están pasando canutas.
En todo caso, la cuestión no es sencilla: ¿Debemos dejar ir al garete a los bancos? ¿Hasta donde seguir sangrando al contribuyente y pensionista en nombre de la economía?
Por Luis.
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