España duplica la tasa de abandono escolar de la UE. Ya es oficial y ya solo está por detrás de Portugal y Malta. Uno de cada tres jóvenes, de media, no termina sus estudios.
Preocupados por la economía, España no sabe o no quiere invertir en educación. Ahora recorta en ella, de hecho. En realidad no es nada nuevo. Ningún gobierno desde hace décadas ha tenido verdadera voluntad de coger el toro por los cuernos y plantear una reforma seria, en profundidad y con un objetivo a largo plazo.
Las leyes de educación en España se han caracterizado por adaptarse a la ideología modeladora de los ejecutivos de turno y no han entrado en el meollo del asunto.
Esta tasa de abandono es solo un mal de dato de tantos. Pero aquí nunca hay buenos datos. A la vista de la nula voluntad política y la pasividad del electorado, ¿pueden los adultos culpar a los jóvenes de algo? No estamos a la altura.
Por Luis.
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