A estas alturas de la película,
me parece casi más indignante que el debate sobre la conveniencia o no de la monarquía en España sea calificado de "falso" o "inoportuno" que todo lo que se pueda decir sobre ella.
¿No les parece un debate oportuno? Como a mí sí me lo parece, plantearé mis últimas impresiones, para que comulguen con ellas o reafirmen su oposición, pero en todo caso, tras haberlo pensado un instante.
Eso de ser "juancarlista" y no monárquico está muy bien. Pero yo voy un paso más allá y digo que
me encantaría tener a don Juan Carlos de jefe de estado, como presidente electo de una república.
Con ello quiero hacer entender que no dudo de su capacidad, inteligencia, diplomacia y astucia, si me lo permiten. Pero la institución que representa es, se mire por donde se mire, antidemocrática. Aunque hablar de república en España es poco menos que herejía, yo les planteo hoy que piensen en sus hogares qué significa realmente este término.
En la práctica más práctica no existe brutal diferencia: En ambas fórmulas de estado hay un jefe del mismo, un rey o un presidente de Estado (que no de gobierno, que se mantendría invariable al modelo que ya tenemos).
Yo es que sigo pensando que es mucho más moderno, democrático y, sobre todo, mucho más justo, que ustedes puedan elegir a su jefe de estado con el poder de su voto, en las urnas, y no que el poder de elegir quién será el presidente del Estado lo determine un espermatozoide, la genética, la herencia o Dios, a según las creencias de cada uno.
Voten, pues, a Juan Carlos como jefe de Estado. O a don Felipe. Pero vótenlo, no dejen que un espermatozoide elija por ustedes.
No dejen que una persona consiga con el mero hecho de nacer más méritos de los que usted o yo podamos siquiera aspirar. Porque usted y yo, si nos lo proponemos, podremos llegar a ser presidente de gobierno, pero nunca reyes.
Y piense di debe indignarse cuando, ahogado por las dificultades económicas y sobrepasado por los brutales recortes que en nombre de estas se le aplican "porque no queda más remedio", vea en las revistas y televisiones los grandes palacios, yates, trajes, ceremonias, galas y banquetes que usted paga pero disfrutan otros: Otros que han sido puestos ahí no por haber demostrado su capacidad, mérito o esfuerzo, si no por la tradición de la herencia. Piénsenlo.
Por Telma
PD: Como quiera que se estila mucho abusar del
argumento ad populum (ejemplo recurrente: "Esto es mejor así porque se hace así en toda Europa, o lo hace Alemania"), les invito a que vean y comparen, tanto en Europa como en el mundo entero, los mapas de países republicanos y monárquicos, en estos enlaces.