miércoles, 12 de octubre de 2011

Día de la Hispanidad, mejor sin los españoles

Supongo que todos sabemos que la palabra democracia significa “poder del pueblo” . Sin embargo, a menudo esto solo se traduce en que, cada 4 años, nos dejan ir a una urna a depositar nuestro voto.  Digo esto porque cualquier otra forma de expresión o de manifestación, o de desacuerdo con lo que hace el poder establecido es “malvenida” por quien está en el poder, ya sean de un lado, o de otro.

Este 12 de octubre, como cada año, se ha celebrado el Día de la Hispanidad.  No voy a entrar a valorar el despilfarro que esto supone y la indignación que me provoca ver a los miembros de una familia realpaseando en un Rolls Royce Phantom hacia su palacio. No lo haré, porque me tacharían de demagogo, y el tema está ya muy trillado.

Me centraré en que este defile ha contado con varias novedades. Una de ellas, un cambio de recorrido (esta vez desde Atocha a la Plaza de Colón), que, ‘casualmente’, ha situado al público a más de 100 metros, impidiendo así que se oyeran los abucheos de parte de la gente allí congregada. Y es que la plebe, ya se sabe, hace feo. Será el día de la Hispanidad, pero mejor celebrarla sin los españolitos, que hacen ruido.

Seré muy mal pensado, y de hecho, la ministra de Defensa ha negado que el cambio de recorrido se debiera a esto, pero me da por pensar que esta modificación pretendía evitar lo sucedido en años anteriores, cuando fueron totalmente audibles (también para los que veíamos el desfile desde casa), los abucheos y peticiones de “dimisión” para ZP.

Por si esto fuera poco, no se ha anunciado por megafonía la llegada de Zapatero y se ha pedido expresamente que se guardara silencio durante la representación del himno nacional. Además, al terminar el desfile, desde megafonía se ha dado paso a la música con marchas militares, no vaya a ser que se colara algún grito ‘indignado’. Como veis, el pueblo, mejor calladito.

No se si lo peor de todo esto es que haya sucedido con un gobierno presuntamente progresista, que se llama a sí mismo socialista. Si es lo que podemos esperar de ellos, ¿qué esperaremos de los otros?

Y también me pregunto qué pensarán de esto esas otras personas que acudieron al desfile porque les gusta, porque tienen un sentimiento (totalmente respetable) de españolismo o porque querían ver de cerca a algún político o miembro de la ‘familia real’. Porque a ellos, también los alejaron 100 metros del palco de autoridades. Ellos, que no iban a ‘molestar’, también fueron alejados de esas personas importantes que dirigen y representan a nuestro país. ¿Nuestro país? ¿O el suyo? Porque empiezo a pensar que ‘mi’ país no es el país del rey, de Zapatero o de la princesa. Porque mi vida no es la suya, y porque yo no tengo derecho a estar en un palco, a la sombrita. Y no solo tendría que estar de pie, a pleno sol, sino que me vallan y me alejan, cual cerdo en su cochiquera, no sea que nuestra mierda, o sea, nuestros problemas, (NO los suyos), les salpiquen a sus resplandecientes trajes de marca, que por cierto, también pago yo, y tú.

Por Luis

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