El rescate financiero de Europa a la banca española no ha dado los resultados apetecidos. La prima de riesgo sigue disparada y los bonos de deuda han sufrido un nuevo revés.
La situación es crítica. Durante la última semana nos vendieron que la incertidumbre era por la temida subida de la izquierda a Grecia. Ahora que gobernará la derecha, a Rajoy no le ha quedado más remedio que admitir que son, justamente, los bandazos, malos planteamientos y sobre todo, desconocimiento de detalles del propio rescate los que están provocando el castigo a España.
La situación es crítica. Durante la última semana nos vendieron que la incertidumbre era por la temida subida de la izquierda a Grecia. Ahora que gobernará la derecha, a Rajoy no le ha quedado más remedio que admitir que son, justamente, los bandazos, malos planteamientos y sobre todo, desconocimiento de detalles del propio rescate los que están provocando el castigo a España.
En el G-20, Rajoy, el que, contradiciendo a su ministro de economía, dijo hace una semana que el rescate no afectaría a la deuda española, tiene no solo que admitir que mentía, sino que exige ahora que el dinero de Europa se inyecte directamente a los bancos, dejando libre al Estado del marrón de cargar con la deuda ante la UE.
Eso sí, la UE dice que nanai. Y ahí estamos: En el ridículo de haber vendido como algo "buenísimo" la inyección de capital, sin esperar a concretar los detalles, y llorando ahora por los rincones pidiendo cambios en las condiciones. Será que no será tan bueno...
Por Luis.
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