Grecia ya ha votado. Ha ganado la derecha. Eso no parece haber calmado los mercados en España, que bate un nuevo record de su prima de riesgo. Pero la coacción del miedo ha dado sus frutos.
Durante los últimos días he escuchado sorprendido y abochornado como se comparaba la entrada de la izquierda en el gobierno griego como poco menos que el apocalipsis.
Sí, la izquierda griega era contraria a los recortes impuestos desde Europa, pero ni siquiera estos "extremistas" como los calificaron los medios de toda Europa (y toda España) pedían la salida del euro: El gran "coco" u "hombre del saco" que atemorizó a la opinión pública de los países mediterráneos al borde del colapso y, por qué no, a los propios griegos y que, inexplicablemente, llenó los titulares y avances de los telediarios.
La derecha ha ganado, efectivamente. Era la panacea, según nos decían, la salvación. Aunque ellos mismos intentan sacudirse aún la imagen de haber defendido (y defender) unas políticas que todos entienden causantes del desastre económico en el que estamos.
¿Panacea? Veremos.
Por Telma.
Durante los últimos días he escuchado sorprendido y abochornado como se comparaba la entrada de la izquierda en el gobierno griego como poco menos que el apocalipsis.
Sí, la izquierda griega era contraria a los recortes impuestos desde Europa, pero ni siquiera estos "extremistas" como los calificaron los medios de toda Europa (y toda España) pedían la salida del euro: El gran "coco" u "hombre del saco" que atemorizó a la opinión pública de los países mediterráneos al borde del colapso y, por qué no, a los propios griegos y que, inexplicablemente, llenó los titulares y avances de los telediarios.
La derecha ha ganado, efectivamente. Era la panacea, según nos decían, la salvación. Aunque ellos mismos intentan sacudirse aún la imagen de haber defendido (y defender) unas políticas que todos entienden causantes del desastre económico en el que estamos.
¿Panacea? Veremos.
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