La Economía ha vencido a la Política. Ya lo habíamos dicho al analizar la caída de Berlusconi. Y lo reiteramos, una vez más, ante la perpleja indolencia con la que ha sido recibido en España el anuncio de que no habrá debate parlamentario sobre el estado de la nación, al menos por ahora.
A nadie parece importarle demasiado que el presidente y un gobierno no den cuenta de sus actos ante todos los diputados. Es, no obstante, la esencia del sistema democrático que votamos.
Piénsenlo. ¿Por qué Rajoy no cobra el sueldo mínimo? Por la responsabilidad. Término que lleva implícito dar la cara por sus actos.
Aduce el ejecutivo, con la boca pequeña, que no es el momento del debate, porque podría afectar a la situación económica (?). Llegaría con haber salido unos minutos por la tele y aceptar un par de preguntas de los periodistas (que acostumbrados al trato de este gobierno con la prensa, ya sorprende).
Pero, señores, la televisión no es donde los políticos tienen que dar la cara. El único órgano constitucional donde deben hacerlo es en el Congreso. Sabemos que es incómodo y que "desgasta" políticamente. Pero esto no es un estado totalitario en el que los intereses de una nación sean los del partido único.
Los votantes pueden controlar la política pero no la economía. No dejen que la segunda asesine a la primera, porque entonces serán definitivamente esclavos de los mercados.